Juegos de Besos en la Oficina

Juegos de Besos en la Oficina

Uno nunca sabe cuando le entrarán ganas de dar un beso a la persona amada. Son esas cosas del amor y sus compulsiones incontrolables. Si semejante arrebato te da mientras estás en casa, sentados viendo la tele, o en la cama leyendo, pues genial, ningún problema. Pero como ocurra en un lugar público, el tema se complica. Sin embargo, peor que besarse en una plaza, parque o callejón, está hacerlo en la misma oficina donde trabajas. Ya no solo porque a tus superiores no les haga mucha gracia, quizás también porque no quieres que nadie sepa lo vuestro. De eso van estos juegos de besos en la oficina, de unir vuestros labios aprovechando que el jefe está despistado o hablando por teléfono en plena transacción. Y lograr que el beso dure todo el tiempo posible. Para cuando el jefe mire de nuevo, ya tendréis que haber despegado las bocas y fingir que no ha pasado nada. De lo contrario se enfadará, seréis despedidos y no podréis jugar otra vez a los juegos de besos en la oficina en horas de trabajo.