Solitario

Solitario

Hay muchas cosas que se pueden hacer en solitario. Ver películas, escuchar música, leer libros, tejer ganchillo, pasear por el parque y… jugar. También hay muchos juegos posibles cuando la compañía escasea, pero el más popular y común es uno que se lleva a término con cartas y responde al lógico y nada sorprendente nombre de ¡solitario!. Es tan común que va incluido en los ordenadores como una función más, una especialmente aprovechada por la gente mayor que generalmente no domina el funcionamiento del aparato… salvo si son los juegos de solitario. Imagínate lo contentos que estarán cuando se enteren de que, aquí y ahora, disponen de una inmensa e interminable ristra de juegos de solitario que, sin cambiar un ápice su modo de empleo, ofrecen novedosos y vistosos diseños en los que colores, estampados y formas varían alegremente. La historia consiste en utilizar todas las cartas de la baraja para construir cuatro pilas clasificadas por pintas, comenzando con los ases en orden ascendente. Y es que como dicen los sabios: la soledad es buena compañera… y mejor contrincante.